Y llegaron las lluvias…

Como muchos de vosotros ya sabréis, la estación de las lluvias ya ha llegado a Ghana. Y desgraciadamente, muchos de vosotros también os habréis enterado de este hecho por los medios de comunicación. Anoche Accra se hundía en el agua y cerca de un centenar de personas perdía la vida al explotar una estación de servicio en la intersección más grande de la ciudad.

Para los que estábamos a salvo en casa, parecía ser solo una tormenta más, el inicio de una nueva estación. Para los que volvían a casa tarde del trabajo en tro-tro o taxi, se convirtió en una tortura e incluso en un destino fatal. No solo las zonas más empobrecidas sufrieron las inundaciones, todos los grandes barrios de la ciudad se vieron anegados por el abundante aguacero, pero también por la falta de infraestructuras y por el inexistente mantenimiento de las pocas que tenemos.

Maabena, una estudiante de ingeniería, me contaba esta mañana que mientras cruzada el Ring Road en dirección a su casa en un tro-tro el agua le llegó a la cintura dentro del vehículo. Perdió su bolso, con las pocas cosas que tenía dentro y anoche apenas pudo dormir por el miedo que pasó.
Max, un vecino de Kasoa, no se atrevió a volver a su casa anoche después del trabajo y ha dormido en la oficina por miedo a que le pasara algo.
Anthony, intentó tomar anoche un taxi para volver a casa. Después de intentarlo durante más de una hora esperando bajo la lluvia torrencial, se subió a un tro-tro medio vacío. Después de recorrer unos pocos metros el conductor se negó a continuar porque quedaban asientos vacío. «No era rentable, pero yo solo quería llegar a casa cuanto antes», explica Anthony. No se lo pensó dos veces, pagó por los asientos que faltaban para poder continuar con el viaje. Siete pasajes en total, un 1.80 GHS en lugar de 20 pesewas, que es lo que normalmente le costaría.

La intersección de Kwame Krumah Circle está en obras desde hace más de un año y se trata de una de las zonas con más tráfico de toda la ciudad. Muchas personas se resguardan anoche de la lluvia en la gasolinera GOIL y en algunos de los comercios de alrededor. Gente que volvía del trabajo e iba para su casa. No se sabe todavía muy bien qué pasó, pero todo a punta una filtración en los depósitos de gasolina, provocado por la falta de mantenimiento y por las inundaciones.

Lo peor de todo es que la estación de las lluvias llega cada año por el mes de junio y siempre pasa lo mismo. Calles anegadas, casas destrozadas, árboles caídos. Anoche se sumó una catástrofe con pérdidas humanas y ha conseguido que los medios de comunicación internacionales se haga eco de lo que pasó. Ahora me gustaría que la sociedad abra los ojos y comiencen a luchar por su país, exigiendo compromisos que hasta ahora nadie a exigido.